
Imagine que en su empresa todos saben exactamente qué hacer, la comunicación del equipo es clara y los proyectos se completan a tiempo. Puede confiar en que las tareas delegadas se realizarán y revisarán sin recordatorios constantes. Paz, armonía, sin estrés, sin apagar incendios. ¿Suena imposible? Sin embargo, muchas empresas lo han logrado.