Ser más productivo es algo bueno.
Cuanto más productivos seamos, más podemos lograr en el trabajo, la casa, la escuela y en todas las demás facetas de la vida. Con esta premisa ha surgido una amplia gama de herramientas de productividad. Estas herramientas prometen hacer que tanto las personas como las organizaciones sean más eficientes y muchos de ellos realmente cumplen lo que prometen (la mayoría de las veces).
Sin embargo, las herramientas de productividad no son una ventaja en todas las situaciones.